Si me preguntaran a que sabe la soledad
yo respondería...a una ausencia eterna de amor
y mis alegrías sabrían a esas dulces mañanas
junto a un café bien cargado con medias lunas.
Las penas sabrían a ese frió beso de despedida, que me diste aquella tarde y como olvidar los días de invierno
que saben a la nostalgia que se entibia
junto a tus pies suaves y frágiles como la miel.
Las sonrisas explosivas , saben a te de limón y la música alborotada
el grito bullicioso de la gente, sabe a ese rico vino dulce que desea ser liberado.
y la libertad, de eso yo no se, ya que nunca he sido lo suficientemente libre
para degustarla, creo que cada uno es preso de su propio cuerpo.
Mi vida sabe a nostalgias, lagunas mentales,
algunos episodios cortos, otros más largos,
algunos borrones y a todas las omisiones.
Esta vida sabe a una ausencia de amor verdadero
sabe a los recuerdos casi nulos de una felicidad entrañable
sabe a derrota y a victoria cuando logras vencer el miedo
sabe a ese despertar día a día enfrentando la muerte.
Esta vida me supo, de dulce y agras
me supo a decepción y a esperanza
olía siempre a pánico y ternura
estuvo llena de problemas y soluciones
En está vida ...
nunca se es eternamente feliz !
pero sin duda, sabe mucho mejor, con el sabor de tus labios ...
con gusto a amapola y azafrán.
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