Vamos a ver si este año, me va mejor o una de dos o escribo muy mal o me discriminan por ser de regiones y no de santiago. Este año escribí dos nuevamente .
Algo de que hablar.
Hoy conversando con mi padre, en uno de los pocos momentos que tenemos para hacerlo, le contaba que me sentía muchas veces observada como si fuera parte de un experimento, el me dijo que sentía algo parecido, que siempre había soñado con maquinas que ni pensaba conocer, grandes y extravagantes y que ahora como veía trabajaba en una gran planta de asfalto.
En el camino a casa me contaba que la vida era más simple antes y que todo lo que yo imaginaba nadie antes lo pensaba, me dijo: hija tienes demasiada imaginación aún que no deja de ser posible.
Una lluvia de Esperanzas
Tengo una amiga llamada Ángela, a ella le encanta cuando llueve, dice que así puede ver las estrellas, ya que el smog siempre tapa su belleza. Yo la entiendo, a veces quisiera sentir el sol más cerca casi cruzando mi piel, el aire más fresco para volar con él y las estrellas verlas mucho más seguido para escaparme de vez en cuando con una de ellas.
Durante toda la semana ha llovido acá en Santiago y mi amiga y yo nos propusimos ir a ver las estrellas al cerro San Cristóbal esta noche aprovechando que el cielo está más limpio.
Algo de que hablar.
Hoy conversando con mi padre, en uno de los pocos momentos que tenemos para hacerlo, le contaba que me sentía muchas veces observada como si fuera parte de un experimento, el me dijo que sentía algo parecido, que siempre había soñado con maquinas que ni pensaba conocer, grandes y extravagantes y que ahora como veía trabajaba en una gran planta de asfalto.
En el camino a casa me contaba que la vida era más simple antes y que todo lo que yo imaginaba nadie antes lo pensaba, me dijo: hija tienes demasiada imaginación aún que no deja de ser posible.
Una lluvia de Esperanzas
Tengo una amiga llamada Ángela, a ella le encanta cuando llueve, dice que así puede ver las estrellas, ya que el smog siempre tapa su belleza. Yo la entiendo, a veces quisiera sentir el sol más cerca casi cruzando mi piel, el aire más fresco para volar con él y las estrellas verlas mucho más seguido para escaparme de vez en cuando con una de ellas.
Durante toda la semana ha llovido acá en Santiago y mi amiga y yo nos propusimos ir a ver las estrellas al cerro San Cristóbal esta noche aprovechando que el cielo está más limpio.
